En esta sección damos la palabra al propio autor
A continuación transcribimos el texto editado en el programa de mano de la obra. No es una antecrítica, ni una presentación de la obra, es una autocrítica, una conversación directa con el público que va a ver su obra en los minutos que siguen la lectura del programa. Esto no es posible en Internet, pero les invitamos a leer la obra cuyo texto está disponible.
Autocrítica del autor
Ante todo, mis más cordiales saludos. Seguramente ya no me recuerda; yo, a usted, sí. Charlamos durante dos horas hace cuatro años; desde entonces he trabajado día a día, y muy duramente, para poder reanudar aquel diálogo. El haber obtenido el Segundo Premio Nacional de Teatro «Lope de Vega», me ha dado la oportunidad de charlar nuevamente con usted esta noche. La espera ha sido larga: cuatro años; le confieso que hubo momentos en que pensé que no lo lograría jamás.
Esto es como una llamada telefónica concertando una cita; está usted al otro lado del hilo, ha descolgado, y oigo su voz que me dice: «¿Quién es, y qué quiere ?»; y yo no sé qué responder, a pesar de haber soñado tantas veces con 'lo que le diría cuando el telón estuviera a punto de alzarse nuevamente ante una obra mía; me encuentro con la misma timidez e indecisión de cuando «Cerca de las estrellas».
Me gustaría tanto que esta noche usted pensara que no ha resultado estéril tanto trabajo silencioso y tenaz durante este tiempo.
Sé bien que si algo le agrada en «Noches de San Juan» se deberá, sin duda, a los extraordinarios actores del María Guerrero y al joven y gran director Angel Fernández Montesinos; a ellos les conoce usted bien; en cuanto a mí, es seguramente mi última oportunidad: si a usted le gusta la obra, quizá pueda estrenar alguna otra —cinco en total—, fruto del trabajo de estos años; si la pierdo, todo habrá sido un bello sueño que me brindó la oportunidad de conocerle hace cuatro años... y decirle adiós ahora.
Cuelgo, no quiero molestarle más.
Ricardo López Aranda
Este texto fue editado en el programa de mano de la representación de la obra en el Teatro María Guerrero en 1965. Archivos del ABC - Autocrítica