Isabelita la Miracielos  

En esta sección damos la palabra al propio autor

No hay mejor presentación de una obra que la que hace el propio autor, por esta razón hemos recogido los textos tal como fueron escritos. En la antecrítica de Isabelita la Miracielos, Ricardo López Aranda no solo presenta y habla de su obra Isabelita la Miracielos, sino que también hace referencias a sus otras obras y explica de esta forma una parte de su teatro.

 

Antecrítica del autor

Ante el estreno de mi obra original Isabelita la miracielos antes que otra cosa, debo responder a una pregunta que se me formula constantemente y que, aunque se hace refiriéndose a mi vida y a mi obra como dramaturgo español, tienen tanto la pregunta como mí respuesta, implicaciones que afectan a los autores españoles en general. La pregunta que se me hace constantemente en las entrevistas es: «¿ Cómo es posible que un dramaturgo que con sus dos primeras obras originales, Cerca de las estrellas y Noches de San Juan, obtiene los Premios Nacionales de Teatro Calderón de la Barca y Lope de Vega no vuelve a estrenar durante catorce años ?». Mi respuesta es: «Esta pregunta debe ser contestada por los diversos comités de censura que durante todos estos años fueron prohibiendo mis obras».

Mi deseo de comunicarme con mi pueblo y en mi idioma —ser escritor es, ante todo, la necesidad irrefrenable de comunicarse— me llevó a elegir la forma de comunicación de «a través de».

Así nacen mis adaptaciones: El Buscón sobre textos de Quevedo, Fortunata y Jacinta sobre la novela de Galdós, y tantas otras. Este trabajo constante, minucioso, amado, me ha mantenido vivo profesionalmente, y ahora el estreno de mis obras originales. A Isabelita la miracielos seguirán —espero— Las Herederas del Sol e Historia de una perversión.

De Isabelita la miracielos debo decir que es una obra actual, reciamente española por su tema y tratamiento, enraizado en nuestra tradicional forma de hacer teatro.

Es únicamente una obra de teatro, sin inventos extraños, sin alardes, ni «claves políticas oportunistas», pues lo que hay en ella de «político» lo es «de siempre» y puede ser referido a cualquier país.

Y ya para terminar: En Isabelita la miracielos nadie desnuda su cuerpo. El alma, sí: Todos los personajes. Y hasta la raíz.

Ricardo López Aranda

 

Este texto fue editado en el programa de mano de la representación de la obra en Nueva York en 1983.