En esta sección damos la palabra al propio autor
Ricardo López Aranda ha presentado y explicado su obra en varios escritos, que hizo públicos en programas de mano, entrevistas, libros y artículos de prensa. No hay mejor presentación de una obra que la que hace el propio autor, por esta razón hemos recogido los textos tal como fueron escritos. Pero como a menudo los textos provienen de los programas de mano de las representaciones de las obras y en ellos el autor se dirige directamente al espectador... y dado que, hoy en día, no es posible ver la obra... les invitamos a leer la obra cuyo texto está disponible.
Sobre El Buscón, el autor escribió una antecrítica en la cual presenta su obra de teatro, su visión esperpéntica de la novela y el estilo de Quevedo.
La antecrítica también se puede ver en pdf en su formato original: Leer en PDF
Antecrítica del autor
La más rica y cruda violencia verbal, una traca de desorbitados desgarramientos esperpénticos, eso es Quevedo y "El Buscón". La más sarcástica, implacable, bufonesca denuncia de una época a través de situaciones desternillantes, macabras, crudelísimas. De la carcajada al alarido; de la hilaridad más desorbitada al horror; todas las pasiones de las más nobles a las más bajas; y todo impregnado de una extraña magia: porque Quevedo tiene un mucho de danza de la muerte amen de carcajada canalla, de estoicismo senequista, y de carne, sangre y alma a flor de piel. Quevedo nos estalla en cada página y lanza contra nosotros, como Goya, los aguafuertes de cien descoyuntados aullidos, los lanzazos del humor más negro en medio del borbotonear de cien situaciones regocijantes donde, milagrosamente, lo macabro se hace poesía y el hechizo abre una caja de repulsivas sorpresas, todo esto expresado, vivido por sus personajes con tal prodigio verbal que aún más que asombra, pasma.
Esto es Quevedo, Esto es "El Buscón". En cuanto a nuestro trabajo —y digo nuestro pues se trata de un trabajo en equipo en el que adaptador, actores, decorador, músico, figurinista han trabajado juntos bajo la dirección dé González Vergel— ha consistido en posibilitar el qué durante dos horas se abra ante ustedes está esperpéntica caja de Pandora que es el mundo de Quevedo, el instigador de todos los vicios, el gran moralista.
Nuestro máximo deseo, la meta de tanto trabajo de todo un equipo ha sido poderles trasmitir todo esto. Ojalá lo hayamos conseguido en parte, al menos.
Ricardo López Aranda
Este texto fue editado en el programa de mano de la representación de la obra en el Teatro Español en 1972. Archivos del ABC - Autocrítica